Me "cambié" a Euskaltel y si ellos se han portado bien, yo mejor. Cliente fiel y poco dado a cambiar cada dos por tres, he aguantado innumerables campañas con precios más reducidos a todos los que se apuntaban como nuevos y desprecio absoluto a los que ya tenían fichados. Parece que piensan que somos gilipollas. Que sólo si llaman por teléfono y amenazan con marcharse, entonces les rebajan algo la factura. Es decir si llamas y protestas, te reducen, y si no, que te den. Y así año tras año.
Y luego esta lo de las llamaditas, Que si "todos nuestros agentes están ocupados", que si esto aprieta el uno, que si lo otro pulse el cuatro, que se desconecta, que empezamos otra vez, que "todos nuestros agentes están ocupados", y así hasta este mes pasado. Siempre llega el día en el que el vaso de la paciencia desborda.
En general, cualquier gran empresa de este tipo está más centrada en conquistar nuevos clientes que en mantener a los que ya tiene, y eso de sentirse ninguneado, a algunos, nos sienta fatal. Creo que incluso podría ser más atractivo para sus resultados de cuentas anuales, premiar a sus clientes fieles. Pero eso no parece que esté en sus objetivos. Lástima.
* Probablemente vale para cualquier multinacional
