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viernes, 30 de octubre de 2020

Madre Coraje, de Bertolt Brrecht, en el Arriaga, pese al Estado de Alarma.

"La guerra representa sólo la continuación de los negocios con otros medios, 
pero en la guerra los grandes negocios no los hace la gente humilde 
y en la guerra las virtudes humanas se convierten en mortales"

Hoy solo los residentes en Bilbao más los que tenían entrada comprada previamente de los municipios cercanos podían disfrutar de esta versión de una de las obras más universales de Bertolt Brecht, profundamente antibelicista, que nos golpea de frente y nos muestra sin tapujos las miserias de la guerra, así como lo ruines que podemos llegar a ser en situaciones extremas.

El Teatro Arriaga continúa apostando fuerte por la producción propia y por el talento local, con el nuevo proyecto teatral de 
María Goiricelaya, que ha adaptado y dirige esta nueva producción del Teatro Arriaga, con funciones en euskera y castellano.

Las guerras, esos sádicos negocios que dejan muchas víctimas y de lo que se aprovechan gente sin escrúpulos para hacer negocios y enriquecerse. Siempre que hay un conflicto de este tipo hay mucha gente que sufre, que lo pierde todo (incluso la vida), pero existe un pequeño grupo de personas que desean que la guerra continúe para hacer negocios, para aprovecharse del mal ajeno y así enriquecerse. Siempre hay dos caras de una moneda, incluso en las situaciones más dramáticas.

La guerra siempre ha sido un negocio. Y Ana Fierling lo sabe. Por eso camina con sus dos hijos y su hija a través de la barbarie. 
Mientras sirven a distintos bandos y al mismo tiempo a ninguno, se desenlaza esta épica historia cuyo eje central es la crueldad de la supervivencia humana.
El materialismo se impone a la tragedia, la guerra nos insensibiliza y los seres humanos seguimos sin aprender, cometiendo los mismos errores.

Hoy, la brutalidad es digerida a diario a través de la televisión con absoluta inmunidad.
A esta “Madre Coraje” se le quedan lejos Suecia, Alemania y Polonia, por eso nos traslada a un espacio bélico atemporal que no necesita ser definido porque sus referentes son tristemente actualizados cada día.