Pero creo que todos estamos escarmentados por 2016. Tal día como hoy, hace cuatro años, Clinton aventajaba a Trump por seis puntos en los sondeos y en general se le daba un 16% de opciones. Más o menos las mismas que ahora.
Lo que ocurrió entonces es que la carrera fue estrechándose, Clinton llegó con tres o cuatro puntos de ventaja en los sondeos y una probabilidad de victoria del 70%, pero la realidad acabó cayendo del otro 30%.
Por eso, a pesar de los números aparentemente ventajosos, no se puede cantar victoria.
Por eso, a pesar de los números aparentemente ventajosos, no se puede cantar victoria.