Maduro, el presidente venezolano que hace dos días confesó tener la vacuna del coronavirus, se revolvió contra el embajador en Caracas, quien acogió durante un año y medio al dirigente opositor en su residencia, y se mostró convencido de que su principal adversario, Juan Guaidó, también abandonará Venezuela.
Pero además, el líder bolivariano criticó directamente a Pedro Sánchez, que se reunió con López el martes, y aprovechó esa circunstancia para cargar contra las principales instancias de la comunidad internacional.
Llama la atención que Maduro se manifieste tan claramente contrario a la política del país que, según las derechas españolas, esta dirigido por un gobierno bolivariano social comunista.
Probablemente podamos deducir que el primero está zumbado, y casi científicamente podemos afirmar que los otros también.