España se sitúa entre los países más golpeados por el virus en Europa. La deficiente gestión de la pandemia es pues un hecho. Responsables de ello hay muchos, pero conviene ser más precisos en la atribución de responsabilidades.
Con la grave crisis sanitaria y económica que afronta, España no puede permitirse añadir otra de carácter institucional. Tampoco el actual clima de polarización. Como he defendido toda mi vida: "correlación de fuerzas, my friend". Urge revertir esta senda. Urge bajar el tono. Urge frenar el achique y la degradación de espacios políticos en los que resultan posibles acuerdos transversales. España no es un Estado fallido. La sociedad española ha demostrado en otras ocasiones difíciles una extraordinaria capacidad constructiva. Y es hora de volver a demostrarlo.
elpais.com/opinion//revertir-la-senda