Nos preocupa el Athletic. Y me preocupa su escasa capacidad de adaptación a las nuevas exigencias de la globalización.
Entiendo que para muchos aficionados/as, que su equipo juegue exclusivamente con jugadores "de casa" es emocionante y motivo de orgullo y satisfacción.
A mí, lo que realmente me gusta es que forma, junto a los dos grandes "monstruos" del fútbol español, un trio que puede "fardar" de haber estado siempre en Primera división y además, cada uno de ellos con una amplia colección de títulos y copas en sus vitrinas. La nuestra "algo" más vieja, eso sí.
Desde luego, si se convirtiese en un equipo "subebaja", como los de nuestro entorno, perdería gran parte de su atractivo para la afición y traicionaría de alguna manera su propuesta original y su larga trayectoria.
Desde luego, si se convirtiese en un equipo "subebaja", como los de nuestro entorno, perdería gran parte de su atractivo para la afición y traicionaría de alguna manera su propuesta original y su larga trayectoria.
Por todo ello, creo, espero y deseo que nuestro equipo, sin perder un ápice de su identidad sepa adaptarse a las nuevas exigencias del mercado y de la globalización, y sepa cambiar inercias del pasado que en estos momentos solo son obstáculos para los cambios que el equipo necesita.
Que el Athletic se nutra de jugadores vascos, sí, claro, jugadores con la implicación especial que exige la trayectoria de nuestro club. Ahora bien, ampliemos el concepto de vasco. Entendamos que hay vascos en todo el mundo y, ampliando el concepto democrático de ciudadanía, nacen vascos en todas partes. Y ampliemos el concepto de cantera, es decir, pesquemos como hacen otros en las canteras de los demás, y trayendo a casa lo buenos que hay por ahí. Para entendernos, como nuestros arrantzales, pesquemos en otros caladeros y disfrutemos de ello aquí.
Concluyendo, adaptémonos a las exigencias de la globalización, dejemos de mirar e intentar reproducir un pasado imposible de resucitar, sigamos peleando por pasear el nombre de Bilbao por Europa con nuestro equipo y no nos encerremos en nosotros mismos, ni en la depresión ni en la sensación de impotencia.
Que el Athletic se nutra de jugadores vascos, sí, claro, jugadores con la implicación especial que exige la trayectoria de nuestro club. Ahora bien, ampliemos el concepto de vasco. Entendamos que hay vascos en todo el mundo y, ampliando el concepto democrático de ciudadanía, nacen vascos en todas partes. Y ampliemos el concepto de cantera, es decir, pesquemos como hacen otros en las canteras de los demás, y trayendo a casa lo buenos que hay por ahí. Para entendernos, como nuestros arrantzales, pesquemos en otros caladeros y disfrutemos de ello aquí.
Concluyendo, adaptémonos a las exigencias de la globalización, dejemos de mirar e intentar reproducir un pasado imposible de resucitar, sigamos peleando por pasear el nombre de Bilbao por Europa con nuestro equipo y no nos encerremos en nosotros mismos, ni en la depresión ni en la sensación de impotencia.
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Yo aquí recojo algunas opiniones que ya he publicado y otras que he leído y comparto, en general, el criterio que exponen. Todas, estoy seguro, buscan lo mejor para el futuro del Athletic:
- ¿Sentimientos o razones? de Roberto Lertxundi
- Inmigrantes en el Athletic, de Mikel Agirregabiria
- El Athletic a cara descubierta (II)
- El Athletic a cara descubierta (I)
