El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

jueves, 29 de abril de 2021

Los fascistas modernos del s.XXI

 Las estrategias de la extrema derecha siempre son, al final, violentas. La violencia no es un aditivo, sino una esencia, porque el fascismo se alimenta, se justifica, a través del ejercicio de la fuerza. Puede haber momentos –como pasa en Francia con la 'normalización' de Marine Le Pen– en los que la táctica consista en seducir con argumentos populistas que atrapen las conciencias de colectivos quejosos con el poder o desengañados. 

elperiodico.com//fascista-moderno-josep-maria-fonalleras

Es una forma más sutil, una estratagema circunstancial, que abandona los símbolos más burdos, los más explícitos, para abanderar reivindicaciones que tienen que ver
 con la inmigración, la situación de los agricultores o el negacionismo de la pandemia. Tanto da. Todo acaba siempre con la violencia. Y todo acaba siempre con los nombres auténticos, no con los disfraces más o menos aceptables.