Isabel Díaz Ayuso (IDA para resumir) se está comiendo con o sin patatas a Pablo Casado y a su fiel escudero Teodoro García Egea.
No en estos comicios autonómicos, a los que no se presenta el líder del PP, sino después, si pierde las generales, sean adelantadas en 2022 o cuando tocan en 2023.
Desde el punto de vista mediático ya lo ha hecho. Díaz Ayuso es ahora la voz del PP, y no parece dispuesta a soltar el micro.
IDA es como Donald Trump, puede disparar a quien quiera en la Quinta Avenida (Gran Vía en el caso madrileño) sin que le afecte electoralmente. Ha alcanzado el Nirvana. Tiene a su favor los medios con más audiencia.
Lo que está sucediendo en Madrid, la fusión entre un partido de derecha democrática con otro negacionista de extrema derecha, es una excepción en Europa occidental. Es una corriente que está en horas bajas en Alemania, Holanda, Grecia e Italia, entre otros países. Esperemos que aquí también decaiga estrepitosamente cuanto antes.