Esto ya no va de Madrid, ni de la pandemia, ni de las colas del hambre, ni de la sanidad o la educación públicas… Ni siquiera de Gabilondo, de Iglesias o Monasterio. Los aspirantes a la Comunidad de Madrid son solo actores secundarios de una película cuyos protagonistas son Sánchez y Ayuso.
Una estrategia no exenta de riesgos porque si Ayuso se impone en las urnas y suma con Vox mayoría absoluta, Sánchez –y no Gabilondo– habrá perdido frente a una presidenta autonómica, cuyo volumen él mismo elevó a categoría nacional.
Ayuso ha hecho de la confrontación con Sánchez su razón de ser y de existir, pero en el PSOE admiten que algo habrá tenido que ver La Moncloa con su respuesta en que haya pasado en solo dos años de ser una perfecta desconocida a la principal referente de la derecha en sus múltiples versiones.