¿De país? No parece. Cuando Zapatero habla de “país”, se refiere a España. Ibarretxe, en cambio, piensa en Euskadi. No sé si son países diferentes; son, en todo caso, colegios electorales distintos. Allá cada pescador con sus aguas.
¿Se equivoca Ibarretxe de continente? En ese punto las cosas están mucho más claras. Si se observa la evolución del mapa europeo de hace 20 años para acá, se constata que la tendencia, nítida como pocas, es a la creación de nuevos Estados. Europa tropieza con enormes dificultades para avanzar en su coordinación económica y política –cosa que deploro, dicho sea de paso–, pero se las arregla estupendamente para subdividirse en cada vez más Estados. Alemania contribuyó a ello muchísimo, abogando por el derecho de autodeterminación de los pueblos balcánicos. El antecesor de Zapatero, Felipe González, optó por no decir nada en contra de aquel influjo alemán, quizá por su aversión al ‘fuego amigo’.
El lehendakari no exige un trato como el que la Europa oficial ha dispensado a Croacia, a Ucrania, a Eslovaquia o a los países bálticos. Reclama tan sólo el derecho a renegociar las condiciones de la adscripción de Euskadi a España, para que el pacto se acomode mejor a los deseos de la población vasca. ¿Es eso un desvarío, como dice Fernández de la Vega? Admitamos que ella, que respaldó el ascenso de Rodríguez Galindo al generalato, es experta en desvaríos.
Y a todo esto, lo que yo añado como conclusión personal es que Ibarretxe no se ha equivocado por solicitar referendums, dialogo y negociación con Madrid. No, eso es absolutamente razonable. Ni se ha equivocado porque quiera palpar la opinión ciudadana. No, eso es muestra de su talante democrático. Ahora bien, lo que sí creo es que antes de hacerlo como lo ha hecho, se debería de haber cerrado algún tipo de acuerdo con la gran mayoría de los partidos vascos democráticos, por que llevarlo con PP, PSOE y Batasuna en contra es bajar a la "capi", en mi opinión, "pa na".