El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

miércoles, 23 de enero de 2008

La letra del Himno. La opinión de un profesional.

Evidentemente, no soy yo ni el profesional al que se refiere el título, ni el autor del texto que aquí presento, pero teniendo en cuenta los lazos de sangre y mi conformidad con lo escrito, os invito a leerlo. Se refiere al himno español, pero por si alguien está cogiendo ideas, el comentario vale para cualquiera.

Es manifiesta la polémica que ha despertado la nueva letra del himno nacional entre casi todos los partidos políticos, de derechas, de izquierdas, nacionalistas y público en general. Pero, sorprendentemente, sólo se ha analizado su contenido ideológico, pareciéndoles a algunos de “marcado patriotismo” y a otros muy simple.

Supongo que cada pensamiento hubiera querido verse reflejado en ella. Aquí no opino. Esta nueva letra del himno ha sido elegida por un jurado nombrado por el Comité Olímpico Nacional (COE) y la Sociedad de Autores y Editores (SGAE) para analizar las casi 7000 propuestas y, más a fondo, las 1400 que quedaron finalistas.

El jurado estaba formado por diversas personalidades de historia, literatura y música. Quiere esto decir que ¿cualquier ciudadano sin tener una preparación específica ha podido presentar su proyecto de letra para el himno de una nación? ¿Quién propone las obras de arte que compra un museo? ¿Quién decide el repertorio anual de las orquestas? ¿Por qué dejamos creer a la gente que su poca preparación y falta de conocimientos deba mediar EN TODO?

¿Qué nos está ocurriendo? Parece que especializarse está de más. Para qué estudiar y para qué molestarse en saber si al final, cualquiera puede estar entre los elegidos de un jurado o en una tertulia de “sabios”. Seamos serios, este asunto era para una convocatoria de personas expertas en el tema.



Pero, aunque no ha sido así, la tarea del jurado no era especialmente difícil. Antes de nada, debía hacerse un análisis profundo de la melodía que todos conocemos, pero esta vez estudiando bien su simple estructura, la distinta relevancia de las notas, los acentos naturales dentro de cada compás: acentos que hay que reforzar y hacer coincidir con los de las palabras más importantes y de más significado en la letra. Y cuando digo esto no me estoy refiriendo a lo que nos enseñaban de niños sobre las partes fuertes y débiles de los compases...(verdades a medias sobre las que podría extenderme en otro momento). Quiero decir que al administrar el aire para cantar debemos hacerlo con regularidad, buscando los apoyos en la expresión de las palabras.

A la música no le hace falta letra para conmover el espíritu. Las composiciones de Mozart, de J.S. Bach, de Bartok y de Stravinsky, son ejemplos de naturalidad y empleo óptimo de los sonidos y sus acentos dentro de los compases elegidos. A veces difíciles compases de amalgama, siempre en frases perfectas; pero, si ponemos letra a unos sonidos que se bastan a si mismos para su expresión, aquélla no debe MOLESTAR con problemas de acentuación, DISTORSIONANDO las palabras y disminuyendo su significado ó, mejor dicho, RESTANDO fuerza y expresividad al texto. Además es necesario respetar la sintaxis para la expresión de los conceptos.

No analizo la letra del himno nacional que conocíamos hasta ahora, no merece la pena, sería una pérdida de tiempo. No obstante me ha dejado perplejo que autoridades de nuestro idioma y de nuestra música hayan podido dar por bueno un dislate como esta letra que comento, cuya adaptación, en el final, hay que hacerla con calzador o mejor dicho con fórceps.

Y como, en este país, cualquiera puede hacer “de todo” encontrando los apoyos oficiales, ¡a cantar todo el mundo!. Grandes tenores y grandes ingresos...Aquí se llama pintor cualquiera que tenga un pincel en la mano, aunque en su vida haya leído u oído nada sobre el dibujo, las formas, la combinación de colores, sus texturas, etc.,.. ¡a vender los cuadros!. Cualquiera se llama compositor aunque en su vida haya oído hablar del empleo de la cuarta y sexta, de la sexta napolitana o de la séptima disminuida. Se presentan a concursos y...¡ los ganan!. Qué jurados...¡a por los derechos de autor!. Cientos de grupos recorren nuestra geografía y casi no saben afinar una guitarra y mucho menos disertar sobre las escalas musicales, pero, pretenden elaborar métodos sobre los instrumentos que ayer vieron por primera vez. Y, lo que es peor, son apoyados económicamente...Genial y a oído.. Al poco y mal oído que por su corta experiencia pueden tener...¡a vaciar los Ayuntamientos en fiestas! El que es capaz de explicar mil maneras de cocinar las patatas “con incrustaciones”, a la radio, a la prensa y a la televisión, aunque nunca supo hacer una buena porrusalda como su madre. Creen que descubren otro mundo. Para ellos, para su incultura quizás, porque con cierta edad “hay que saber” aunque casi nadie dedique su tiempo a aprender y a estudiar...En verdad y en justicia, no se debieran consentir estas aberraciones por mor de la cultura de un pueblo. Aquí sería fácil responsabilizar a los gobiernos.

El narrar mis experiencias ocuparía un tomo y las musicales varios. Pero no quiero divagar, voy a la letra del himno cuyo final dice: Gloria a los hijos - que a la Historia dan - justicia y grandeza - democracia y paz. Y, alguien del jurado ha pensado en lo que “dice” la música?

- En “que a la Historia dan” la silaba “la” recibe un impulso erróneo y su forzada sinalefa con “Historia” minimiza el significado de la historia de cualquier país. ¡ Muy forzado!.
- “justicia”. Esta palabra se acopla a cuatro sonidos de paso entre sol y do (en do mayor y compás de 4 por 4) restando fuerza a la palabra más discutida del País.
- “y”. Otra vez le corresponde la parte más firme del compás...! Desperdicio, inútil.
- “grandeza democracia y “. Pasan desapercibidas en su colocación dentro del compás al juntarse “deza-demo”. “Paz” es lo único que se entiende bien. ¡Menos mal!.

Es evidente que el jurado debió declarar desierta la convocatoria. No sé lo que es peor, si crear esta letra o proponerla como idónea. Y ahora me pregunto, si esta letra es la mejor, ¿que hacía un jurado tan importante para discernir entre un mar de disparates el menos malo de todos? Su veredicto avergüenza a cualquier músico o poeta en su sano juicio.

Ahora habría que hablar del rico idioma español. Qué confusionismo para el pueblo liso y llano y para los deportistas que la van a cantar, que nunca han oído hablar de música, y para otros que todavía hablan nuestro idioma con dificultad. Para nuestro consuelo, un ochenta por ciento de la letra que se canta está reñida groseramente con la música, además de que su contenido es paupérrimo y en su texto (si se puede llamar así) no se atisba la mínima poesía. ¡Sin remedio!.

Seamos serios con nuestras profesiones y tengamos la valentía de llamar INTRUSOS a los que pretenden inmiscuirse en otras actividades distintas a las suyas, mostrando en público su atrevimiento e ignorancia como un nuevo valor añadido a sus vidas públicas. El dicho “zapatero a tus zapatos” debemos aplicarlo en nuestro País a escritores, poetas, pintores, cantantes, grupos, músicos, diseñadores, cocineros, etc. Yo también se hacer de todo pero lo disfruto en mi casa y con mis amigos.

Fdo.: Carlos Ibarra Larrauri