De las muchas cosas poco agradables que ha anunciado esta mañana Rajoy, creo que es importante llamar la atención sobre una que tal vez pase, inicialmente, desapercibida, y que a mí me parece preocupante, aunque tal vez, por su componente populista, sea de las que menos contestación produzca. Con la excusa del ahorro, se propone reducir el número de concejales, en un 30%, en proporción al tamaño actual que tienen los ayuntamientos, que depende de su población. Sin embargo, aquí nos están dando gato por liebre, porque la reducción de gasto será probablemente muy pequeña, pero los efectos políticos de la decisión son muy importantes, haciendo el sistema electoral menos proporcional, favoreciendo el bipartidismo y reduciendo las posibilidades de que los pequeños partidos o agrupaciones vecinales formen parte de los ayuntamientos. Es decir, facilitando aún más que los que están dentro del sistema político, que tan bien han gestionado nuestro dinero, lo sigan haciendo sin control ni supervisión ni dar explicaciones a minorías peleonas.
Intentaré explicarme. El número actual de concejales por municipio es el siguiente:
Habitantes | Concejales |
Hasta 250 | 5 |
De 251 a 1.000 | 7 |
De 1.001 a 2.000 | 9 |
De 2.001 a 5.000 | 11 |
De 5.001 a 10.000 | 13 |
De 10.001 a 20.000 | 17 |
De 20.001 a 50.000 | 21 |
De 50.001 a 100.000 | 25 |
De 100.001 en adelante, un concejal más por cada 100.000 habitantes o fracción, añadiéndose uno más cuando el resultado sea número par.
A falta de más concreciones, suponiendo que la reducción se aplique a todos los tramos de población, multiplicando el número actual de concejales por 0,7 y redondeando al número impar más próximo, el resultado de la reforma sería el siguiente:
Habitantes | Concejales |
Hasta 250 | 3 |
De 251 a 1.000 | 5 |
De 1.001 a 2.000 | 7 |
De 2.001 a 5.000 | 7 |
De 5.001 a 10.000 | 9 |
De 10.001 a 20.000 | 11 |
De 20.001 a 50.000 | 15 |
De 50.001 a 100.000 | 17 |
Podríamos hacer hipótesis sobre cómo aplicarán la norma a los municipios de más de 100.000 habitantes, pero de momento me voy a centrar en todos los demás (que son los que aportan la mayoría de los 68.000 concejales de España, claro).
La inmensa mayoría de esos concejales no cobran un sueldo, sino dietas por asistencia a plenos y comisiones. Es cierto que pueden ser absurdamente altas, como en el famoso caso de la junta de gobierno de Alcantarilla, que costó 1.750 euros en dietas para aprobar una subvención de 292,5 euros. Pero Rajoy ha anunciado también que se va a regular "la retribución" de los alcaldes y concejales, lo que perfectamente puede cubrir no solo los sueldos, sino también las dietas por asistencia a reuniones. De manera que si se regula que su remuneración (en sueldos o dietas) no pueda ser demasiado alta, la reducción de gasto de un pueblo, pongamos, de 8.000 habitantes, por pasar de 13 a 9 concejales sería muy pequeña.