Fueron llegando puntualmente los comensales.
Personas de diferentes oficios e incluso de diferentes nacionalidades. Julen
era profesor de instituto. Otro era policía municipal, otro abogado, otro
empleado de banca, una amiga que trabajaba en el ayuntamiento, otra que dirigía
una agencia de viajes, una dependienta del Corte Inglés y la última era una
brasileña que había llegado a España, a Bilbao, hacía solamente tres años y que
se ganaba la vida como prostituta de lujo. La chica estaba de lujo. Tenía menos
de treinta años, unas tetas espectaculares, un trasero de ensueño y era mulata.
¡Qué más podía pedirse!
Cada día laborable un capítulo (6/35) |
A Julen le tocó sentarse con
el abogado, la dependienta del Corte Inglés y con la funcionaria del
Ayuntamiento. Buena compañía, aunque él hubiera preferido sentarse junto a la
llamativa brasileña, centro de atención de cuantos estaban en el recinto,
fueran hombres o mujeres. Realmente era una mujer espectacular. Ella lo sabía y
disfrutaba llamando la atención de quienes la rodeaban. En más de una ocasión
Julen fue sorprendido durante la cena observando detenidamente sus movimientos.
-¿Quieres cambiar de mesa? –le preguntó el abogado bromeando.
-No, no, -se sonrojó. –Estoy bien como estoy.
(Cada día laborable, un capítulo)