No es broma. Pero sí que parece una chanza macabra.
De su retiro "forzado" a ser el símbolo de la renovación del partido popular. No se si partirme de risa o llorar de la emoción. Los posibles rivales políticos del PP vasco se están mondando de risa.
Si eso es renovación y este hombre representa al actual PP, queda claro que la derecha española tiene mucho camino que recorrer para poderse comparar con las derechas europeas.