En esta exposición se puede disfrutar de 186 obras pequeñas en su tamaño pero ... GRANDES en AUDACIA.
Sorolla salia a pasear con su estuche y, cuando veía algo que le impresionaba, se paraba, abría su estuche y allí mismo lo captaba: IBA CAZANDO IMPRESIONES
Eran esos apuntes, esas manchas, esas notas de color como él los llamaba
Gracias a estos pequeños cuadros, podemos ver como, de manera desenfadada, convertía en pintura la esencia de esa mirada y cómo se ejercitaba en captar las variaciones de la luz, los colores de las sombras, los colores complementarios, los contraluces, las transparencias... etc.
Son muestras de lo más personal y original del artista.
Iba adquiriendo rapidez, destreza y ligereza.
Contienen ráfagas del Sorolla más brillante.
Toda su vida se estuvo ejercitando de esta manera.
No sorprende que en su madurez avanzada dejara escrito en sus apuntes: "Ahora es cuando mi mano obedece a mi retina y a mi sentimiento"