Esta crisis sanitaria ha mostrado una vez más nuestra realidad autonómica imperfecta, con una realidad sanitaria muy dispar, especialmente fruto de la diferente inversión/desinversión realizada estas últimas décadas.
Esta desigual realidad lleva a algunos a mirar de reojo al país vecino del norte, pero ante la tendencia de estos a añorar la Francia centralizada y jacobina, en mi opinión, solo cabe apostar por la Alemania de los Landers, que, por cierto, ha demostrado su habitual buena gestión.
Esta desigual realidad lleva a algunos a mirar de reojo al país vecino del norte, pero ante la tendencia de estos a añorar la Francia centralizada y jacobina, en mi opinión, solo cabe apostar por la Alemania de los Landers, que, por cierto, ha demostrado su habitual buena gestión.
Ahora que se habla tanto de segunda transición y se ha puesto sobre la mesa el pacto para la reconstrucción, quizás valdría la pena aprovechar estas sinergias para intensificar a fondo el proyecto de Estado autonómico, releerlo, volverle a dar una interpretación desde la realidad actual, con unas bases solidas tanto en Sanidad como en Educación, que por un lado aleje la desconfianza entre administraciones autonómicas y por otro nos permita avanzar hacia una realidad como la "República Federal Alemana". De las tres palabras que la componen solo cambiaría la última, por motivos obvios.