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Aún no ha pedido perdón a los españoles, ni siquiera a sus lectores. Lo hicieron para no perder las elecciones del 14 de marzo de 2004 y seguir en el poder.
Pero existen más derechas que la de Pablo Casado y su cohorte, lo cual nos muestra una pequeña rendija de esperanza. Las hay dentro del PP si se escucha al presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, o al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, que está impartiendo un curso de sensatez y lealtad, no al Gobierno, sino al Estado al que pertenece y representa. Me imagino que sufre presiones para que se sincronice su discurso con el de Isabel Díaz Ayuso.
No es tan fácil gobernar, y menos en estas situaciones tan extremas. Vendría bien un poco de unidad y respeto a la ciudadanía.