El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

miércoles, 29 de abril de 2020

Por un acuerdo entre fuerzas políticas y sociales que vaya más allá de los presupuestos.

No hace todavía dos años que Manuel Vicent escribió un artículo bajo el título de "Líderes" y que por su actualidad, bajo mi humilde entender, convendría recordar, especialmente a los políticos y líderes de opinión que estos días, por sus declaraciones y/o actuaciones deberían leer o releer lo que adjunto a continuación.

Por organismos internacionales de toda solvencia España ha sido declarado el mejor país del mundo para nacer, el más sociable para vivir y el más seguro para viajar solos sin peligro por todo su territorio. 

Según The Economist, nuestro nivel democrático está muy por encima de Bélgica, Francia e Italia. 

Pese al masoquismo antropológico de los españoles, este país es líder mundial en donación y trasplantes de órganos, en fecundación asistida, en sistemas de detección precoz del cáncer, en protección sanitaria universal gratuita, en esperanza de vida solo detrás de Japón, en robótica social, en energía eólica, en producción editorial, en conservación marítima, en tratamiento de aguas, en energías limpias, en playas con bandera azul, en construcción de grandes infraestructuras ferroviarias de alta velocidad y en una empresa textil que se estudia en todas las escuelas de negocios del extranjero.
 Y encima para celebrarlo tenemos la segunda mejor cocina del mundo. Frente a la agresividad que rezuman los telediarios, España es el país de menor violencia de género en Europa, muy por detrás de las socialmente envidiadas Finlandia, Francia, Dinamarca o Suecia; el tercero con menos asesinatos por 100.000 habitantes, y junto con Italia el de menor tasa de suicidios. 
Dejando aparte la historia, el clima y el paisaje, las fiestas, el folclore y el arte cuya riqueza es evidente, España posee una de las lenguas más poderosas, más habladas y estudiadas del planeta (además de otras varias perfectamente respetadas en su ámbito lingüístico) y es el tercer país, según la Unesco, por patrimonio universal detrás de Italia y China. 

Todo esto demuestra que en realidad existen dos Españas, no la de derechas o de izquierdas, sino la de los políticos nefastos y líderes de opinión bocazas que gritan, crispan, se insultan y chapotean en el estercolero y la de los ciudadanos con talento que cumplen con su deber, trabajan y callan.

Son momentos en los que las fuerzas políticas y sociales con sensibilidad ante la situación de emergencia y alarma que todos/as vivimos demuestren saber anteponer los intereses de Estado a los propios particulares y partidarios.