en la que los catalanes elegirán su Parlamento.
en la que elegiremos el nuevo Parlamento Europeo.

jueves, 9 de abril de 2020

El dolor de no ser crucificado ( ... en público )

Ayer los nazarenos de Balmaseda, Arkotxa y Durango señalaban su frustración en un periódico por la suspensión se la denominada Semana Santa por motivos obvios. Se mostraban comprensivos aunque tristes y disgustados.
Y digo yo que, si lo que realmente prima en lo que hacen en el amor a Dios, el sacrificio, la penitencia, el martirio  y todo eso que dicen, y resultando legal eso de latigarse en la calle, y partiendo de la base que ellos seguramente secundan aquello de que nada de lo que hacen es por exhibicionismo barato, digo yo que el virus este que nos amenaza no debería de coartarles para realizar todas esas parafernalias en su casa. Crucificarse en el salón puede resultar más intimo y cercano a su Dios que en plena plaza del pueblo con cientos de mirones fijándose en el detalle de si le han punzado lo suficiente para que sangren o no.
De esta forma, casi todos contentos. Ellos se latigan y flagelan en la intimidad, y los demás seguimos preocupados de lo que a cada uno nos parezca más importante.