Se decía antes que "Dios los cre y ellos se juntan.
En este caso, y en este País han sido muchos
los que se han creído aquello de "la calle es mia".
Desde aquel repugnante Fraga cuando ladraba ideas
de esta índole, haciéndonos creer que se lo creía.
Luego vinieron los chicos, por decirlo de alguna manera,
del abertzalismo radical y violento,
que también nos lo intentaron hacer creer,
afortunadamente con gran fracaso por su parte.
Y tanto antes, con Franco, como ahora
siguen los pastores de la Iglesia Católica,
creyéndose liberados de mandatos humanos
con derecho a saltarse las leyes por su arquito del triunfo.
El otro día el obispo que pasa de restricciones circulatorias
que nos afectan a todos/as. Incluso a ellos.
(Aquí no pongo la "/as" por motivos obvios)
Ahora el cura que se cree con derecho a salir a la calle
a bendecir palmeritas.
Son esperpénticos.
Pero esperpentos indignados porque se creen superiores.
Superiores al "vulgo",
a ese rebaño que no se resisten a dejar de controlar.
¡¡Anda que les den!!
