SR. GARCÍAelpais/opinion/Borrell |
En primer lugar, debemos poner en común recursos para producir tratamientos y una vacuna, que deberán considerarse como bienes públicos mundiales.
En segundo lugar, tenemos que limitar el perjuicio económico mediante la coordinación de medidas de estímulo presupuestario, y también monetario, y protegiendo el comercio mundial de bienes.
En tercer lugar, debemos planificar la reapertura coordinada de las fronteras cuando las autoridades sanitarias den luz verde.
Por último, hemos de cooperar para luchar contra las campañas de desinformación.
El mundo entró en esta crisis sin coordinación alguna; demasiados países han hecho caso omiso de las señales de advertencia, incluyendo algunos de los más poderosos, actuando cada cual en solitario. Ahora está claro que solo juntos saldremos de ella.