Ayer a la tarde, en alguna cadena, ví cómo los municipales donostiarras sacaban del agua y levantaban de la arena a los que, pasando de las indicaciones, pensaban que "aquí no pasa na y yo soy más listo que la media".
Hemos demostrado tener, en general, un alto grado de responsabilidad, pero sería una enorme lástima que, por cuatro descerebrados, echemos a perder tanto sacrificio comunitario.