El primer día de luto oficial decretado por el Gobierno por los miles de muertos por el coronavirus en España y en la misma jornada en que la Comisión Europea aprobaba un acuerdo fundamental para la recuperación económica del continente, el Congreso volvió a vivir otra sesión crispada para olvidar. Lamentable.
Nadie sabe calibrar aún como la pandemia acabará cambiando la vida de los ciudadanos, pero lo que sí parece claro es que la nueva normalidad no afectará a las Cortes, donde la bronca y la falta de consenso seguirán siendo la tónica dominante.
www.lavanguardia.com/ ni-el-luto-puede-con-ellos |
Es cierto que el Gobierno ha cometido errores de bulto en su carrera para lograr el apoyo parlamentario que le permita mantener el estado de alarma. Pero la respuesta de la oposición ha sido, en muchos casos, desproporcionada. Llamar terrorista al padre de Pablo Iglesias, como se oyó el miércoles en el Congreso, es una acusación vacía e inútil, que no aporta absolutamente nada al debate de las ideas. Algunas intervenciones parecen más hechas desde el estómago que desde el cerebro. Y así se avanza muy poco o nada.