Es evidente que las razones que movieron el aplauso permanecen, que quienes han ayudado a mantener el pulso en un país hibernado, jugándose la salud y la vida, merecen nuestra gratitud eterna.
Pero también lo es que el tiempo transcurrido, que el progresivo desconfinamiento puede hacer que los decibelios y el entusiasmo vayan decayendo. Algunos signos se observan. Y seguramente un gesto tan noble merecería otro final que no fuera el paulatino desvanecimiento.
Pero también lo es que el tiempo transcurrido, que el progresivo desconfinamiento puede hacer que los decibelios y el entusiasmo vayan decayendo. Algunos signos se observan. Y seguramente un gesto tan noble merecería otro final que no fuera el paulatino desvanecimiento.
Yo la semana pasada ya lo comente en este blog. Habría que determinar de alguna manera un último día. Como una pieza musical necesita un último compás o una gran novela, un punto final. Y que igual que nos pusimos de acuerdo en el arranque acordemos un final a la altura de una liturgia ciudadana que quedará para la historia como un hermoso gesto en mitad de la tragedia.
Hoy en alguna emisora también lo han comentado y se empieza a sugerir que sea el domingo 17 a las 20:00. Comparto la idea.
Hoy en alguna emisora también lo han comentado y se empieza a sugerir que sea el domingo 17 a las 20:00. Comparto la idea.