Las izquierdas no socialdemócratas europeas
no pueden aplicar en 2025 a la actual situación geopolítica mundial
un discurso antimilitarista en los mismos términos que hace cuatro décadas.
El rechazo a la OTAN no tiene hoy el mismo significado que en 1986

lunes, 9 de noviembre de 2020

Entrando en el despacho oval​ huele ...

Sí, es la oficina oficial del presidente de los Estados Unidos de América. 
Y huele.
Huele a cadáver ... político. 
Tiene dos meses para sus últimas pataletas.
Pero sí, definitivamente, sus últimas pataletas.

¿Os acordáis de esas películas en los que el actor al que le disparan mortalmente,
el malo de la película, que ha matado y nos ha hecho odiarle,
le cuesta una eternidad caer al suelo, muestra infinidad de caras de dolor,
se va agarrando a los muebles cercanos, tirándolos a su paso,
cae lentamente al suelo,
balbucea, se despide con alguna frase más o menos ridícula
y muere, definitivamente muere.
(En este caso políticamente)
Y los espectadores descansamos al verle ya definitivamente quieto
Y nos devuelve la paz arrebatada.
Pues eso.