en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

domingo, 22 de noviembre de 2020

La patria, la nación verdadera, el pueblo auténtico y el país real, son los de la mayoría de la gente que lucha conjuntamente por su bienestar y por cuidarse los unos y los otros.

Durante décadas se ha venido produciendo en España una secesión exitosa, un proceso de independencia finalmente consolidado, que no ha recibido ni de lejos la misma atención mediática y política que el malogrado procés catalán. 

Por supuesto, tampoco le ha preocupado lo más mínimo a muchos de los férreos defensores de nuestra democracia constitucional, a pesar de que sus efectos sobre la misma son mucho más destacados. 

Me refiero a la secesión que ha protagonizado, y sigue haciéndolo, la clase más adinerada de nuestro país, y de todos los de nuestro entorno, que ha conseguido independizarse del resto del pueblo al que antes pertenecía mediante la creación de una auténtica "sociedad paralela", nutrida del espectacular crecimiento de la desigualdad económica que estamos padeciendo desde la irrupción neoliberal y el fin del Estado social.

El 10% más rico de la población española concentra más riqueza que el 90% restante, y los porcentajes tienden a agravarse año a año. 

Uno de cada cinco españoles vive en riesgo de pobreza
con 8.500 euros al año.

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